Sabemos que la fiebre es la forma que tiene el organismo de luchar contra determinadas infecciones con lo que al tratarse de un proceso natural del cuerpo no necesariamente ha de preocuparnos en exceso. Es mucho más frecuente encontrarnos la fiebre entre los más pequeños porque enferman con más facilidad. El problema llega cuando la fiebre alcanza valores elevados ya que es inevitable que nos asustemos.
1. Besa o toca la frente del niño. Si la notas más caliente de lo normal es probable que tenga fiebre.
2. Ten en cuenta que la temperatura no es el único factor que indica que la fiebre es grave. Fíjate en su comportamiento, si come como siempre o si evita jugar.
3. Cuando la temperatura alcanza los 38 grados o más, es conveniente llamar al médico para saber cómo tratarlo.
Pero ¿sabes qué puedes hacer para bajarla? Te explicamos algunos remedios sencillos para ello.
– Puede que aparezcan pequeñas convulsiones sin importancia o espasmos durante la fiebre. Se trata de un proceso normal y habitual en estos casos que no debe asociarse con ninguna enfermedad. Seguramente el niño presente mucosidad abundante y tendrá dificultades para respirar. Mantén al niño tranquilo y quítale la ropa además de refrescar el ambiente para que se relaje. Es conveniente que le coloques acostado de lado, controlar su apariencia y su respiración. En el caso de que se prolongara durante un tiempo, será conveniente llamar al médico. En cualquier caso nunca debes bañar al niño en agua fría y tampoco sujetarlo de forma fuerte y rígida pues podría empeorar su situación.
– Aplicar compresas frías con un paño húmedo, limpio y fresco sobre la frente, la parte posterior del cuello y las muñecas. Esto le hará sentir aliviado.
– Planificar una dieta líquida para compensar las pérdidas generadas por el sudor y evitar en todo momento la deshidratación. Es aconsejable que el niño tome agua, zumos de fruta y caldos ligeros.
Estas recomendaciones no sustituyen las indicaciones de un profesional y se trata de consejos básicos para tratar los primeros síntomas febriles. Si la fiebre alcanzara valores elevados por encima de los 38 grados, es siempre recomendable llamar al médico.
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