¿Puede la falta de atención en clase convertirse en un problema? ¿Cuántas veces hemos escuchado a algún profesor comentar que “el niño se distrae constantemente”?
Algunos de los problemas con los que nos podemos topar en estos casos son:
–Presenta dificultades para mantener la atención en tareas o juegos.
–No finaliza las tareas del colegio u otras obligaciones.
–Evita invertir tiempo en tareas que requieran esfuerzo mental.
–Pierde con facilidad objetos necesarios para desarrollar actividades.
–Se distrae fácilmente con estímulos irrelevantes.
-Es descuidado en las actividades diarias.
Es importante tener en cuenta que como profesor, no solo se han de dominar las diferentes materias que se imparten sino que hoy más que nunca también se hace indispensable comprender la mentalidad de los niños que asisten a clase y entender que su cerebro no se mueve de la misma manera y a la misma velocidad.
Para evitar estas situaciones tenemos medios con los que poder captar su atención. ¿Cómo? Atento:
– La era digital ya es una realidad pero los alumnos no dejan de ser humanos. Aunque parezca poco importante, uno de los aspectos necesarios a tener en cuenta para captar su atención es valorarlos como personas con sus intereses y aptitudes. Que sientan que son importantes y valiosos.
– La tecnología puede jugar a favor y los alumnos hoy en día requieren de elementos dinámicos e interactivos para poder poner atención y sobre todo motivarse.
– Las clases no necesariamente tienen que ser siempre sentados. Realizar actividades que requieran movimiento del cuerpo, sus manos, materiales concretos ayudará mucho.
– Adaptación a su estilo, su lenguaje. Los niños seguramente tengan diferentes conceptos de la vida que los adultos. Descubrir sus temas de interés y comprenderlos hará más fácil iniciar la comunicación con ellos.
– El trabajo en equipo es básico y fundamental. Es importante invitarlos y apoyarlos para aprender y trabajar en equipo. Crear responsabilidades compartidas donde los problemas se resuelvan de forma colaborativa y cada alumno pueda aportar sus ideas, conocimiento y así despertar su interés y motivándolos.
– Identificar cuáles son los puntos fuertes de cada alumno y aprovéchalos. Si el alumno percibe que es tomado en cuenta a partir de sus características personales, se entregará más al aprendizaje.
– Planificar situaciones reales del día a día donde puedan aplicar los conocimientos que aprenden en clase.
Cada alumno tiene su personalidad propia con diferentes aptitudes e intereses. Es importante conocerlos bien a todos y aprender a potenciar lo mejor de cada uno.
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